La Terapia con Oxigenacion Hiperbarica como lo
hemos comentado tiene muchos usos clínicos además de las de buceo, pero existen
mitos acerca de la misma. Les comparto un articulo del periódico El País de España
martes, 4 de marzo de 2008
Verdad y mentira de la oxigenoterapia
El
oxígeno hiperbárico no remedia las arrugas, pero es útil en algunas patologías
La oxigenoterapia está de moda, pero los refrescos
revitalizantes enriquecidos con oxígeno, los tratamientos hiperbáricos para
eliminar las arrugas y los llamados bares de oxígeno son puro humo o,
sencillamente, un engaño. Éstos y otros reclamos que venden la administración
de oxígeno a presión superior a la atmosférica (oxigenoterapia hiperbárica)
carecen de base científica. Los expertos alertan contra la utilización por
personal no médico de cámaras hiperbáricas no homologadas, a la vez que
recuerdan los beneficios de esta terapia cuando es bien administrada. La
oxigenoterapia puede salvar vidas en accidentes de buceo, intoxicaciones por
monóxido de carbono y en casos de gangrena gaseosa, y permite curar lesiones
óseas, algunos tipos de infecciones, úlceras y la sordera súbita.
La oxigenoterapia es el tratamiento de elección para el embolismo gaseoso
"Buena parte del mal uso de la oxigenoterapia
viene dada por los intereses económicos de algunas empresas que hacen campañas
muy agresivas de sus productos. Pero, científicamente, no está demostrado que
el oxígeno a presión atmosférica o hiperbárica sea eficaz para tratar el
envejecimiento de la piel ni los problemas de cicatrización en personas
sanas", recalca Jordi Desola, director de la Unidad de Terapéutica
Hiperbárica del Centro de Recuperación e Investigaciones Submarinas (CRIS-UTH)
de Barcelona. "Con el oxígeno hiperbárico y la cicatrización sucede lo
mismo que con las vitaminas: no tienen ningún efecto cuando se está sano. Es
una pérdida de tiempo y dinero".
Según este especialista, la base de la
oxigenoterapia radica en que, al aplicar oxígeno puro en cámara hiperbárica, la
sangre transporta unas 22 veces más oxígeno que en condiciones normales;
además, en lugar de ser transportado por los glóbulos rojos (hematíes), el
oxígeno circula de forma libre por la sangre y llega a lugares donde no llegan
los hematíes cuando se respira oxígeno a presión atmosférica.
"Esto explica por qué la oxigenoterapia es
eficaz en algunas enfermedades para las que no existe otro tratamiento, como
los accidentes de buceo, o que se consideran incurables, como ocurre con los
ancianos que tienen problemas vasculares. En esta población, los hematíes
pierden elasticidad y tienen dificultad para extraer oxígeno de la hemoglobina.
La oxigenoterapia hiperbárica es otra manera de aportar oxígeno a la célula sin
hemoglobina", explica Antonio Viqueira, jefe del Servicio de Medicina
Hiperbárica de la Fundación Santo y Real Hospital de la Caridad de Cartagena
(Murcia).
La terapia con oxígeno a presión superior a la atmosférica
se administra en las llamadas cámaras hiperbáricas, que pueden ser monoplazas y
multiplazas. Las primeras suelen estar presurizadas con oxígeno puro; tienen
cierto riesgo de deflagración y puede dar sensación de claustrofobia. Las
segundas se presurizan con aire comprimido al mismo tiempo que los enfermos
respiran oxígeno puro con una mascarilla. Tiene la ventaja de que el personal
sanitario puede acompañar y asistir al enfermo si es necesario.
La oxigenoterapia hiperbárica es el tratamiento de elección
para el embolismo gaseoso (entrada de gas en el torrente sanguíneo), ya sea
venoso, como ocurre en los accidentes de buceo, o arterial, en el síndrome de
sobrepresión pulmonar. También lo es en las intoxicaciones por monóxido de
carbono que se producen en los incendios, con las cocinas o estufas en mal
estado, en la ceguera o sordera bruscas por embolia o trombosis, en la gangrena
gaseosa, es decir, la infección de tejidos causada por la bacteria Clostridium
perfringens.
La oxigenoterapia también es una terapia
preferente, con o sin otros medicamentos, en otros tipos de infecciones,
traumatismos de partes blandas, retrasos en la cicatrización y úlceras
crónicas, lesiones radioinducidas de hueso por la radioterapia, edema macular o
pie diabético.
"Una de las indicaciones que sólo se realizan
en Murcia es el tratamiento profiláctico de la infección por gérmenes
anaerobios en fracturas abiertas de riesgo. Esto sucede, a veces, cuando se
sufre un accidente de coche, o en lugares llenos de tierra, por ejemplo. Son
heridas que tienden a infectarse y si das tratamiento en cámara después de
haber tenido el accidente, el riesgo de cardioinfecciones es muy bajo mientras
que en otros hospitales estos pacientes se infectan y se complican",
explica Antonio Viqueira, que también es secretario técnico del hospital
General Básico de la Defensa.
La oxigenoterapia moderna empieza en la década de
1950 y fueron las sociedades Americana de Medicina Subacuática e Hiperbárica
(www.uhms.org), fundada en 1970, y la Europea de Medicina Baromédica y
Subacuática (www.eubs.org), creada en 1973, las que establecieron las
indicaciones actuales.
En España, la medicina hiperbárica es una
subespecialidad de dos años que sólo se contempla formalmente en el Ministerio
de Defensa. De momento, el resto de facultativos sólo se puede formar
realizando un master de Medicina Subacuática Hiperbárica que imparte
el CRIS-UTH en la Universidad Autónoma de Barcelona, que dura dos semanas.
Desola, fundador del comité coordinador de Centros
de Medicina Hiperbárica y delegado y cofundador del Comité Europeo de Medicina
Hiperbárica, insiste en que "la población general debe conocer que existen
sociedades científicas que aportan información rigurosa y actualizada sobre esta
materia y no dejarse engañar por contenidos médicos de páginas web no
acreditadas. Por desgracia, en España no existe mucha cultura de
acreditación", advierte.
Los primeros tratamientos con cámara hiperbárica en
España se realizaron en la Escuela de Buzos de la Armada en 1926. En 1954 se
fundó en Barcelona el Centro de Recuperación y de Investigaciones Submarinas,
(CRIS), una unidad privada que trataba los accidentes de descompresión en una
cámara monoplaza, conocida como cartucho de recompresión. En 1970, el Centro de
Buceo de la Armada adquirió una multiplaza.
En 1967, los médicos del CRIS empezaron a utilizar
en el hospital de la Cruz Roja de Barcelona una nueva cámara multiplaza
diseñada por Josep Rahola. En 1989 se constituyó un servicio médico en la
unidad de Terapéutica Hiperbárica (CRIS-UTH), que hoy es una de las unidades
con mayor casuística y qué más accidentes de buceo (700) e intoxicaciones por
monóxido de carbono (2.800) ha tratado.
En la década de 1970 muchos hospitales públicos
adquirieron cámaras monoplaza. Algunas tuvieron una gran actividad, pero otras
apenas se utilizaron, y hoy están casi todas en desuso.
Dr Dario Gomez C
@drdgc
@CostamedHBOT